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Tesla prepara el terreno para la era del robo-taxi Ventaja impulsada por el software

El 22 de junio de 2025 (hora local), Tesla puso en marcha su negocio de robotaxi con vehículos automáticos sin conductor (ADV) en Austin (Texas, EE.UU.).
El servicio de robotaxi utilizará aproximadamente 10 vehículos Modelo Y actuales, con planes para realizar pruebas de demostración y acumular datos hasta 2026, cuando se lanzará oficialmente un modelo de robotaxi dedicado, Cybercab.
Los robo-taxis de Tesla se ofrecen a una tarifa plana de 4,20 dólares (619 USD, 1 USD = 147,4 JPY), no están disponibles para menores de 18 años y se ofrecen en determinadas zonas de Austin.

El lanzamiento del negocio del robo-taxi por parte de Tesla tiene varias implicaciones importantes, la más notable de las cuales está relacionada con el sistema de vehículos.
Empresas como Waymo y Zoox, que llevan algún tiempo haciendo demostraciones de robo-taxis, han utilizado la fusión de sensores para lograr una conducción automatizada más allá del nivel 4 de las normas SAE.

Los ADV de estas empresas están equipados con diversos sensores, como cámaras, radares, LiDAR y sensores ultrasónicos, y utilizan esta información para lograr una conducción automatizada mediante una detección de 360° alrededor del vehículo.
Sin embargo, este enfoque puede dar lugar a precios muy elevados de los vehículos: los ADV se basan en los BEV (vehículos eléctricos), que se considera que tienen ventajas en términos de control y estructura del sistema, pero el precio por vehículo se incrementa aún más al instalar sensores más caros, como los LiDAR.

Tesla, por su parte, utiliza sensores de 360 grados con ocho cámaras (similares al ojo humano) y el sistema toma decisiones basándose en la información visual.
Además, la conducción automatizada se consigue vinculando el superordenador Dojo, que aprende los datos de conducción y la información recopilada de los aproximadamente 7 millones de vehículos Tesla desplegados en todo el mundo, con el chip de IA a bordo del vehículo Tesla.
En cuanto a los costes de los vehículos, Tesla ya ha logrado la producción en serie y la fabricación propia de los sensores y el software para el ADV (y la tecnología de IA), lo que la sitúa en mejor posición que otros fabricantes de equipos originales y proveedores de servicios de robo-taxi para ofrecer servicios de coste relativamente bajo.

Otro aspecto digno de mención es el software.
El sistema operativo Tesla OS de desarrollo propio y el software de conducción autónoma Full Self Driving (FSD) de Tesla están vinculados a la actual plataforma OTA (actualización por aire) y conectada de Tesla, que, según se dice, permite un control más avanzado y preciso de la conducción mediante actualizaciones de software. Se dice que permite un control de la conducción más avanzado y preciso a través de actualizaciones de software.
De hecho, muchos usuarios que han experimentado el Tesla FSD lo han calificado de “conducir como un humano”, y Elon Musk ha indicado que su objetivo es conseguir una conducción automatizada similar a la humana haciendo que la IA aprenda el comportamiento humano.
Se espera que este enfoque permita que el software, que evoluciona mediante el aprendizaje de la IA, demuestre aún más su verdadero valor a través de las actualizaciones OTA.

Como demuestra el caso de Tesla, la ADV se está dividiendo en dos direcciones: las tecnologías tradicionales centradas en el hardware y las centradas en el software.
Aunque muchos OEM se centran actualmente en el desarrollo de ADV basadas en hardware, también existe una clara tendencia hacia el desarrollo de ADV basadas en software, especialmente entre los fabricantes de BEV emergentes y los OEM chinos que siguen el ejemplo de Tesla.
En cualquier caso, no cabe duda de que estamos a punto de hacer realidad unos ADV que trascienden el concepto tradicional de propiedad individual y se especializan en el uso compartido y el servicio, así como en la coexistencia de humanos y robo-taxis.