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Norteamérica es año de elecciones presidenciales.

El año 2024 ha comenzado. Si observamos la industria automovilística norteamericana, 2024 se perfila como un año con potencial para ser un importante punto de inflexión.

Las elecciones presidenciales estadounidenses tendrán lugar en noviembre. Lucharán el Presidente Biden, demócrata que busca la reelección, y el candidato republicano. Los demócratas, que ganaron las últimas elecciones presidenciales, han reforzado significativamente la normativa medioambiental y han hecho de las medidas para promover los BEV una de sus políticas clave desde el cambio de gobierno en enero de 2021. En respuesta, la inversión en BEVs por parte de las industrias relacionadas con el automóvil ha aumentado drásticamente.

Si, hipotéticamente, los republicanos ganan las elecciones presidenciales en noviembre, vemos la posibilidad de un cambio importante en el sistema actual, dependiendo de las políticas del presidente. Durante la anterior administración Trump, el eje de la política fue la desregulación, y mientras que los demócratas están presionando para pasar de los ICE a los BEV, cabe esperar que los republicanos revisen varias políticas preferenciales para los BEV.
En enero de 2024, el candidato republicano aún no se ha decidido, pero es muy posible que el expresidente Trump sea el nominado, y hay que tener en cuenta la posibilidad de otro cambio significativo de política.

En junio, antes de las elecciones presidenciales estadounidenses, también habrá elecciones presidenciales mexicanas. El mandato del presidente es de seis años y no se permite la reelección, por lo que los titulares no pueden presentarse a las elecciones. Claudia Sheinbaum, ex alcaldesa de México, es la candidata del partido gobernante MORENA para suceder al presidente López Obrador. Frente a ella, la coalición opositora (PAN/PRI/PRD) ha elegido a la senadora Xóchitl Gálvez como candidata oficial. Los dos candidatos principales son mujeres, y la elección de la primera presidenta de México se perfila como una posibilidad.

La industria del automóvil (México) debe prestar atención a cómo se posicionan, por ejemplo, las políticas medioambientales, que están atrayendo la atención mundial. Es probable que los puntos clave sean si la actual administración se embarcará en iniciativas para promover los BEV, en las que no se ha centrado, y medidas para apoyar a la industria, incluida la producción.
La política gubernamental dependerá del resultado de las elecciones presidenciales estadounidenses y mexicanas. Hay muchos puntos que requieren atención, como las promesas hechas por cada candidato en las elecciones presidenciales, para que las empresas formulen estrategias a medio y largo plazo, incluidas las normativas medioambientales, las medidas para promover los BEV y si se concederán o no subvenciones a la industria automovilística.