¿Australia no tiene normas sobre el CO2?

Pensará usted. Sí, entre los principales países, Australia y Rusia no tienen normativas sobre CO2 (o consumo de combustible). Se han propuesto, pero en varias ocasiones han dejado de considerarse y se han desvanecido.

Los avances del Gobierno han sido tan lentos que una asociación de la industria automovilística, temiendo que Australia se convirtiera en destino de coches viejos, introdujo en 2020 una normativa voluntaria sobre CO2.

En febrero de 2024, el gobierno australiano anunció una propuesta de normativa de CO2 para vehículos ligeros, basada en las normas estadounidenses, con fecha de introducción prevista para 2025. Esto tiene sentido, ya que, aunque Australia es miembro de la Commonwealth, sus gustos y usos en materia de automóviles se acercan más a los de EE.UU. que a los de Europa.

Sin embargo, la propuesta recomendada por el Gobierno es estricta, con un plazo relativamente corto de tres años desde la introducción para ponerse al nivel de las normas estadounidenses, y sin que se introduzcan créditos de ciclo reducido u otras medidas flexibles. Por ello, algunos valoran fríamente la viabilidad de la propuesta.

No obstante, siempre que se produzca un cambio hacia los VE, la normativa puede despejarse, por lo que debería haber menos obstáculos que en los países productores de automóviles; el precio de los VE se considera un cuello de botella, pero no es un obstáculo tan grande si los usuarios australianos están abiertos a los nuevos fabricantes.

Para las marcas heredadas, cómo mantener la fidelidad de los consumidores en un mercado australiano que se ha alejado de la fabricación es un tema cada vez más crítico.