文字のサイズ
- 小
- 中
- 大
Revuelo en el FOMC; Tamura y Takata, responsables del BOJ, votan en contra
La reunión del FOMC de la semana pasada se saldó con un recorte de tipos del 0,25%.
El gráfico de puntos en el centro de atención sugería dos recortes de tipos más antes de finales de año, y en ese sentido fue más dovish de lo que el mercado suponía, pero el presidente Powell se mantuvo hawkish en su conferencia de prensa y declaró que este recorte de tipos era un “recorte de tipos de gestión de riesgos”.
Afirmó que en realidad no quería recortar los tipos, pero que sería mejor hacerlo a la luz de diversos factores, incluida la presión de la administración… Exudaba esta percepción.
Como la dirección del gráfico de puntos y la dirección del presidente son completamente opuestas, el mercado se confundió y el dólar se desplomó y fue fuertemente recomprado.
Sin embargo, con el tiempo se nombrará a un presidente que refleje las opiniones del presidente Trump. Cuando eso ocurra, alguien como Stephen Milan llegará con tres recortes consecutivos de tipos del 0,5%.
¿Será esta última resistencia del presidente Powell la última?
El dólar subió con fuerza, pero el FOMC pareció dar a entender que se vendería tras los ajustes de posiciones.
El viernes se celebró la reunión de política monetaria del Banco de Japón y hubo una “sorpresa”, ya que el tipo de interés oficial se mantuvo sin cambios en el 0,5%, pero los miembros Tamura y Takata abogaron por una subida del tipo del 0,25%.
El Banco de Japón también decidió vender sus participaciones en ETF y REIT.
Estos factores provocaron que el par USD/JPY cayera temporalmente hasta situarse en torno a los 147,20 yenes.
Sin embargo, aunque los comisarios Tamura y Takata insistan en una subida de tipos, sigue sin estar claro si el Banco de Japón subirá los tipos a corto plazo (como mínimo en octubre).
El gobernador Ueda afirmó que el impacto de los aranceles podría superarse, pero que se mantendría la incertidumbre. Además, se venderán ETF, pero a poco más de 600.000 millones de yenes al año, un cálculo que llevará más de 100 años dado que el total de participaciones en ETF supera los 70 billones de yenes.
En otras palabras, el impacto será insignificante.
No tendrá un impacto suficiente para impedir que el yen se debilite, pero probablemente evitará una situación en la que el yen se desplome durante un tiempo.
Es probable que el comercio dentro del rango continúe durante algún tiempo.