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Fuerzas emergentes entran en el mercado británico de turismos, marcando el comienzo de una nueva era de competencia BEV
En el Reino Unido, un país avanzado desde el punto de vista medioambiental, el mercado de BEV en el mercado de turismos está en expansión desde 2020, gracias al éxito de las medidas de fomento de bajas emisiones de CO2 adoptadas hasta ahora, y representará el 16,6 % del total en 2022 El BEV más vendido no es la marca británica MINI, sino el Tesla Model Y, siendo el nº 2 el Model 3.
BYD está preparando el lanzamiento del crossover compacto (C-SUV) Atto 3 en el Reino Unido, así como en Japón, para competir con el Tesla Model Y. Los concesionarios están negociando alianzas con gigantes locales como Pendragon. para hacerse con una parte del creciente mercado de BEV.
Mientras tanto, Ford está a punto de poner fin a la producción del Fiesta y el Focus, superventas durante mucho tiempo en el Reino Unido. Ya ha anunciado planes para centrarse estratégicamente en las furgonetas comerciales y está negociando la venta de su planta de producción.
Además, British Volt, que tenía ambiciosos planes para un negocio de baterías de iones de litio “made in Britain” para BEV, se ha estancado y se declarará en concurso de acreedores en enero de 2023. Una vez más se demostró que el desarrollo industrial no puede lograrse sin el desarrollo y la producción de productos competitivos.
Empresas de informática y marcas chinas emergentes, que antes no existían, están entrando en el competitivo mercado del automóvil y avanzando a pasos agigantados, no como actores de nicho, sino como abanderados de la neutralidad de carbono. Una serie de noticias dan la impresión de que se abre una nueva era de competencia.
El Reino Unido prohibirá la venta de vehículos con motor de combustión interna y los limitará a BEV/PHEV en 2030 y a BEV en 2035. Se trata de un mercado de libre competencia en el que no hay grandes fabricantes de automóviles nacionales ni mundiales. ¿Será el mercado británico un caldo de cultivo para fabricantes de automóviles emergentes como Tesla y luego BYD, que intentan abrirse paso en la era del cambio a los BEV? ¿Dependerá de las importaciones de BEV del resto del mundo en la era de la neutralidad de carbono? ¿O invertirán las empresas extranjeras en la producción de BEV, como hicieron en su día los fabricantes japoneses en la construcción de fábricas? ¿Cómo competirán las marcas japonesas en este contexto? Son preguntas acuciantes.